Desde fuera de la mezquita se muestra con su imponente muralla almenada, fortalecida por torreones cuadrados,
en las que se abren numerosas puertas, esta fotografía pertenece a la parte oriental.
La verdad es que la sombrilla de la foto me fastidia
pero no la puedo quitar, también forma parte del paisaje
cordobés junto con los caballos, para así mitigar un poco
el calor que era sofocante.
El Campanario de la Catedral desde el Patio de los Naranjos.